En SAVIN contamos con la primera generación de educadores expertos en el estudio de la neurociencia como base principal para fomentar las competencias docentes que empoderan al maestro y al alumno para mejorar el desarrollo del aprendizaje. Junto con un grupo de profesores, directores, dueños de escuelas preocupados por mejorar las oportunidades educativas para los niños hemos terminado un periodo de 6 meses preparándonos y experimentando nuevas técnicas originales y poderosas para crear vínculos fuertes y sanos en la educación de los niños.
La experiencia ha sido extraordinaria, dos de nuestras colaboradoras Isabel Solís y Verónica Alférez tuvieron el privilegio de co-crear este diplomado de la mano de un increíble psicólogo y experto en la niñez. Dr. Lucas Raspall, médico psiquiatra y papá de 3 hermosos niños y excelente persona. Diseñar a lado del Dr. Raspall un diplomado en el que su principal objetivo fue crear conciencia de la importancia de la neurociencia en el crecimiento sano de cualquier individuo fue una experiencia muy reconfortante y grata, ya que la neurociencia es el aval que la ciencia le regaló a la psicoterapia moderna para por fin ser vista por los educadores. Llevamos muchos años hablando de la importancia de los vínculos principales y cercanos de los niños pero hasta ahora parece que por fin profesionales de otros ámbitos nos escuchan; y oír a Lucas hablar de neurociencia desde la perspectiva de la psicología evolutiva fue gratamente sorprendente. Pudimos aprender y conocer la sinergia y posibilidades de estudio entre ambos campos.
Resulta muy enriquecedor contar la historia de como Verónica e Isabel iniciaron su relación y a partir de la cual han compartido un camino en la psicología, ya que ellas se conocieron en la preparatoria cuando Verónica fue la maestra de psicología en el último año escolar de Isabel. Desde entonces ambas no han he dejado de colaborar juntas en diferentes iniciativas, una de ellas fue crear el Diplomado de Neurociencias para educadores. Inspiradas desde un inicio con la relación que las ha mantenido en contacto con tanto tiempo y los conocimientos que ambas aportan a este Diplomado, deja muy claro el beneficio que tener un vinculo cercano con tus alumnos y al volverte un tutor resiliente como figura de apego puede tener en tu vida.
Esta experiencia no comienza al diseñarlo sino cuando van llegando nuestros queridos alumnos uno por uno al aula, en este maravilloso centro de conciencia y educación socioemocional. Todos y cada uno de los asistentes a nuestro diplomado venían ávidos de aprender y conocer, muy concentrados en comprender mejor del cerebro y más que nada de cómo esto podría ayudar a mejorar la educación. Desde maestras de historia y cocina, maestras de escuelas para padres y hasta un rabino con su esposa; hicimos un equipo maravilloso de diversas experiencias y formaciones que permitió que este diplomado se enriqueciera de cada una de sus aportaciones particulares. Ya fuera con casos del colegio, personales o de su familia, cada uno de los participantes aportó mucho a que este se volviera un lugar de nacimiento de increíbles proyectos de conciencia educativa.
Este proyecto concluyó de la mano de diecisiete educadores y diez proyectos sobre desarrollo socioemocional que impactarán a las poblaciones de cada una de las comunidades educativas de las cuales ellos son parte: una capacitación específica para monitores de campo para las aldeas vacacionales, un plan de trabajo integral para una comunidad educativa en la que todavía se habla Otomí (lengua indígena en México), trabajos con padres de familia y maestros para beneficiar directamente a los alumnos de primer grado, una propuesta para padres de familia de adolescentes, proyectos con terapeutas de niños con discapacidad y una capacitación para maestros de una escuela donde se estudia el judaísmo como una vía de rescate a situaciones dolorosas y complejas cuando están lejos de la familia.
